domingo, julio 23, 2006

Nudelstejer conversa con Isaac Bashevis Singer





UN AUTOR SORPRENDE por abrirnos los ojos ante una visión del mundo de otra manera inalcanzable. Ideas o sensaciones apenas intuidas se revelan con claridad ante nosotros y comprendemos que leer no es sólo una manera de pasar el tiempo, sino de obtener una experiencia de otra forma difícilmente accesible .

A su vez, el proceso de escritura, la manera de representar o imaginar es motivo de interrogantes. Una curiosidad natural nos acecha cuando alguien nos descubre elementos que pasaron inadvertidos ante nuestros ojos. En ocasiones hay quien puede develar esos misterios, acercarnos mucho más a una historia, a una certeza que nos estuvo vedada. Leer con los ojos de otro a un autor que no es patrimonio común se vuelve una experiencia fascinante.

A lo largo de los años, Sergio Nudelstejer ha hecho de su lectura y de su interés por autores como Franz Kafka, Jorge Luis Borges o Elías Canetti una vocación ejemplar. Con cuidado amoroso y una claridad de exposición magistrales, Nudelstejer revela la riqueza de cada obra de los creadores que le son entrañables. No sólo los lee, los entrevista, estudia, los sigue a lo largo de su vida, tanto en sus textos como en sus acciones y documentos: cartas, diarios, conferencias. Su investigación es exhaustiva, minuciosa.

Sin embargo, no es una preocupación académica la que motiva esta labor, ya que no busca una disertación ante un público frío y especializado. Sergio Nudelstejer no es un anatomista de la literatura, sino un maestro que allana caminos para quienes no tienen esa vasta experiencia de análisis, de síntesis, de comprensión que él ha desarrollado a lo largo de su vida como estudioso de la alianza autor-texto-lector.

A ello debe agregarse un aspecto que rara vez preocupa a la crítica o al ensayo académico contemporáneos: la relación de un autor con su tradición, con su mundo, con su cultura y con sus principios; no en un lectura moral, sino en una experiencia de verdad. La búsqueda no de una ideología sino de los criterios de verdad y la axiología que un texto, una obra y una existencia proponen.

Tal es el principal mérito de este volumen: Isaac Bashevis Singer, su obra y su leyenda, comprendemos. Este libro, además de ser una invitación a la lectura o relectura de Bashevis Singer es un constante cuestionamiento a su vida y a su obra.

Volumen polémico, sin duda, ya que no es sólo una exposición de hechos literarios, citas y argumentos de las obras de Bashevis, sino la perspectiva de una vida consagrada a la literatura donde los aciertos y momentos desconcertantes de la existencia se ordenan y relacionan con los hechos de la historia para facilitar una comprensión más amplia del trabajo del creador. Y lo peculiar en el estilo e intenciones de Bashevis.

La exposición es redonda. Nudelstejer parte de un Bashevis Singer humano cuya voluntad de escritura se fortalece en el aislamiento, en la dificultad. Esta no es sólo familiar, ante la imagen de un padre fervoroso y practicante, sino también ante el paradigma del éxito como escritor de su hermano. A ello debe agregarse un panorama poco propicio para el arte y la creación: el abandono afectivo que sufrió; la persecución a los judíos que consuma el Holocausto y la necesidad de migrar hacia Estados Unidos.

El crisol de la obra de Bashevis es el sufrimiento, explica Nudelstejer, la memoria precisa del pasado y la tradición. En la tradición, no sólo la cultura, la religión y la conciencia de pertenecer al pueblo judío, sino la conciencia del yidish como lengua particularmente propicia para crear una unidad indisoluble con la narración.

Sin embargo, no son estos los úncos méritos de la obra y el autor que Nudelstejer observa: su recurrencia al folklore, a las antiguas tradiciones judías, su gusto por apariciones de demonios, el constante conformismo de los personajes, el gusto por otras épocas son analizados con detalle. Cuestiones que en conjunto muestran la sabiduría de un narrador de excepción para mostrar el sentido de la fe y la libertad en la aceptación de un orden que ennoblece al hombre a contracorriente de las opiniones frágiles o mundanas de obras o de pensadores que --en algún momento-- despreciaron la naturaleza de la obra de Singer exigiéndole una modernidad que le era indiferente o ajena.

Asimismo, tanto la concepción como el contraste entre las cualidades de las novelas y los relatos de Bashevis son objeto de estudio para Nudelstejer, quien opta por argumentar a favor de la perfección cuentística que logran los protagonistas y las anécdotas de Bashevis Singer. Donde cabe destacar además que la visión de este Premio Nobel respecto a la novela es una de las más sólidas y concisas respecto al procedimiento del narrador como un nuevo descubridor, y la confianza y conocimiento que debe un escritor a sus temas.

Sin embargo, para quien acompaña a Nudelstejer en su análisis, incluso las críticas más estrictas son argumento para volver la atención hacia la obra; ya que Isaac Bashevis Singer, su obra y su leyenda se propone resaltar los elementos que surgen de la tradición judía, y las cualidades que permanecen intocadas de la visión religiosa tradicional a fin de mostrar la riqueza cultural que conserva la obra de este autor siempre apartado de lo ordinario.

Más allá de los numerosos aciertos que hacen de Isaac Bashevis Singer, su obra y su leyenda un estudio ejemplar, cabe resaltar ese común motivo en que autor y crítico son cómplices en la literatura: esa conciencia vigilante de que el mundo actual debe mirar hacia las nítidas manifestaciones en las que se demuestra que el valor del hombre no radica en sustituir un Dios por otros o por ninguno, sino en una aceptación de la fe con limpio corazón.

Nudelstejer, Sergio. Isaac Bashevis Singer, su obra y su leyenda. Plaza y Valdés editores, Prólogo de Bernardo Ruiz, México, 2006.

2 comentarios:

Carlos Velázquez dijo...

Estimado Bernardo:
por un lik llegué a tu blog. lo visité con gusto. te dejo el comentario pa que visites el mío.
un saludo desde torreón.

carlos velázquez

Anónimo dijo...

Gracias maestro, por ser el padrino de mi CRÓNICA LUNAR...queriendo y no, uno se encuentra en la web precisamente a la persona indicada.
Me permití tomar unas líneas de usted para hacer de mi crónica un espacio mas amable...

Giancarlo Galván